Aspectos Destacados para Proveedores: Un Mejor Acceso a Ayuda para Salud Mental
Dra. Susan Beane, directora médica ejecutiva de Healthfirst
Deborah A. Levine, directora de Harlem Health Initiative, City University of New York School of Public Health & Health Policy
Andrea Isabel López, gerente de proyectos, Center for Innovation in Mental Health, CUNY School of Public Health & Health Policy
El otoño pasado, una encuesta nacional sobre salud mental reveló que el 90% de los estadounidenses cree que el países está atravesando una crisis de salud mental. La mitad de los adultos afirma que ha tenido una crisis grave de esta naturaleza en su familia. Lamentablemente, muchas personas no reciben ayuda: en la misma encuesta, solo uno de cada cinco adultos utilizó los servicios de salud mental el año anterior.
Mientras tanto, los datos recopilados por la Kaiser Family Foundation indican que el 47% del país vive en un área donde no hay suficientes profesionales de la salud mental. A menudo, este problema es asociado a las áreas rurales. Sin embargo, los individuos menos favorecidos en las zonas urbanas,especialmente, los miembros de minorías raciales y étnicas, y los de minorías por orientación sexual e identidad de género, se enfrentan a dos golpes fuertes: acceso limitado a los servicios de salud mental y a servicios de menor calidad. Este último es impulsado por prejuicios inconscientes, estereotipos y la falta de competencia cultural entre los profesionales.
La COVID-19, sin duda, amplió aún más estas desigualdades. Los índices de depresión y ansiedad, y los índices de ideas de suicidio fueron más elevados en el pico de la pandemia entre la población afroamericana y latina. Esto, en parte, se debe a un índice de muerte dos a tres veces más alto en estas comunidades.
Cuando no se abordan las condiciones de salud mental, los resultados clínicos y la calidad de vida se ven afectados. Según una investigación llevada a cabo por Tufts Medical Center, los resultados financieros también empeoran; - los individuos con un diagnóstico de depresión grave pueden gastar aproximadamente $11,000 por año en costos de cuidado médico, en comparación con aproximadamente $4,600 en el caso de individuos que no han recibido un diagnóstico.
Es en contra de este escenario que la Harlem Health Initiative de City University of New York (CUNY) Graduate School of Public Health & Health Policy decidió hacer lo siguiente: determinar qué necesitaba el vecindario y observar de qué manera podían responder los miembros de la comunidad. A continuación, Deborah A. Levine, directora de Harlem Health Initiative, y Andrea Isabel López, gerente de proyectos del Center for Innovation in Mental Health de la CUNY, colaboradoras frecuentes de Healthfirst, analizan sus iniciativas.
Abordar las muchas necesidades de la comunidad
Harlem Health Initiative se lanzó en 2020 justo cuando había comenzado la pandemia. Nuestro liderazgo anticipó que nuestra comunidad iba a necesitar un gran apoyo, ya que todos tratábamos con la muerte en nuestras familias y entre los líderes que consultábamos en las comunidades. Observamos un aumento en las solicitudes entre los miembros de la comunidad para hablar sobre depresión y ansiedad, y vimos al personal de primera línea sumamente agotado que luchaba para brindar el apoyo que nuestra comunidad necesitaba.
Al trabajar con Healthfirst y otros socios comenzamos a encuestar a los residentes de Harlem. La información fue racional:
- Más del 40% de los residentes estuvieron en riesgo de tener depresión y aproximadamente la mitad estuvo en riesgo de experimentar ansiedad.
- Alrededor del 75% experimentó soledad, y aproximadamente la mitad sintió inseguridad respecto al trabajo, a la vivienda o los alimentos.
- La mitad de los encuestados hizo uso indebido del alcohol y aproximadamente el 20% consumió otras sustancias como estrategias no saludables de afrontamiento como sucede, a menudo, en situaciones estresantes.
- Siete de cada ocho encuestados ―aproximadamente el 90%― declararon que habían tenido una barrera para acceder a los servicios de salud mental.
Debido a la histórica escasez de recursos en las comunidades de minorías étnicas de bajos ingresos, sabemos que se necesitaría un esfuerzo considerable de múltiples partes interesadas culturalmente responsables y orientadas en la justicia social para abordar esta amplia variedad de necesidades. Nos pusimos en marcha para crear un modelo para toda la comunidad con servicios de salud mental que abarquen desde médicos de cuidado primario hasta construcción de viviendas, organizaciones basadas en la comunidad y casas de culto como una manera de construir confianza con quienes buscan ayuda.
Nos pusimos en marcha para implementar este programa de tres maneras. Un grupo de sitios participantes recibirá una variedad de recursos educativos, exámenes de salud mental y herramientas para el manejo del estrés, además de directorios de recursos. Un segundo grupo de sitios obtendrá estas herramientas, además de servicios de cuidado colaborativo, como representantes de cuidado, un foro comunitario en línea y apoyo adicional sobre la implementación. Un tercer grupo de sitios recibirá las mismas cosas que el primero y el segundo, además de un componente tecnológico que estamos desarrollando junto con otros socios de la comunidad.
La contratación y la inscripción ya están abiertas. En los últimos tres años, nuestro objetivo para todos los sitios ha sido alcanzar el tercer grupo, donde los residentes tienen acceso a recursos educativos, apoyo de navegadores comunitarios y herramientas tecnológicas que facilitan el acceso a la ayuda.
Sobre la marcha, vamos a medir el impacto de nuestro trabajo y a usar los resultados para reorganizar el programa según sea necesario. A modo de ejemplo, rápidamente aprendimos que nuestro programa se beneficiaría de ser más inclusivo con los adultos mayores y de proporcionar recursos para reducir el estigma a la hora de buscar servicios de salud mental. Cuanta más información como esta podamos compartir con nuestros socios en la comunidad, mejor podrán brindar sus servicios a los residentes que recurran a ellos en busca de ayuda.
Este es la cuarta de una serie de publicaciones que destacan a los socios de Healthfirst que están trabajando para abordar diversas formas de inequidad en la salud para los neoyorquinos a quienes brindamos nuestros servicios. Lea otras publicaciones: